Según cuenta Francisco García Duarte, cuando en los reinos
cristianos del norte de España se empezaban a formar las lenguas romances, en
Andalucía el árabe continuaba siendo la lengua oficial. Esto no impedía que
existiera una lengua coloquial entre los habitantes de Al-Andalus. Nos cuenta
Virgilio, un filósofo cordobés de la época que en Andalucía se hablaba, “un
latinum obscurum” al que sólo tenían acceso los intelectuales y los clérigos, y
“un latinum circa romanÇum”, o latín romanceado, que todo el mundo entendía y
hablaba. A esta lengua romance la denominan “aljimia”. Esta “aljimia” era una
lengua romance derivada del latín y que
influenciada por el árabe, incorporaba términos de este, bien directamente o
transformándolo. A veces esta transformación consistía en la adición de del
artículo árabe “al-“ a la palabra romance: A estos se les denominaba vocablos
aljimiados. El resultado de transformar
el latín al romance, o el árabe al romance, fue la creación de una nueva
lengua. Esta lengua popular era la empleada por cristianos, musulmanes y judíos
en sus conversaciones informales. Existía pues un auténtico bilingüismo, del que
nos han quedado palabras como, “aljofifa”, “zaguán”, “alcoba”….. Estos
fenómenos lingüísticos , producidos por el contacto entre dos lenguas
diferentes se siguen produciendo a lo largo de toda la geografía mundial. Un
ejemplo actual lo tenemos en la forma de hablar de Gibraltar y toda la comarca.
Aunque existen en el lenguaje
diferencias muy apreciables de uno y otro lado de la frontera, siguen
utilizándose términos comunes como “bequi” por panceta, de bacon; “plomero” por
fontanero, de plumber…….Como resultado de dos lenguas en contacto. Además de
todos esos términos aljimiados, nuestra lengua mantuvo gran cantidad de arcaísmos que fuera de Andalucía, se
fueron desechando y sustituyendo por nuevas aportaciones del latín, en un
castellano en pleno nacimiento. Pero nuestro léxico no sólo se enriqueció con
los arabismos y arcaísmos sino también con palabras de origen caló, lengua del
pueblo gitano. “Trola” por mentira, o “chalao” por loco, son algunos ejemplos
de los muchos que aun se siguen utilizando. También se observa en nuestro
habla una cierta influencia alemana:
“chirona”, “pendón”, “tajá”…..A todo esto habría que añadir algunas otras
aportaciones del portugués o de los judíos sefardíes. Todo lo expuesto,
referido al andaluz en general , es compartido por la modalidad hablada del
Campo de Gibraltar, y junto con algunas circunstancias históricas, sociales o
económicas, zona geográfica dónde se
halla localizado y el contacto con el inglés han originado esta modalidad de
habla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario