viernes, 19 de abril de 2013

UN HABLA SIN COMPLEJOS

Según Kramer, la lengua dominante familiar de la población de Gibraltar siempre ha sido el español. Pero la lengua oficial de Gibraltar es el inglés desde 1713. El inglés además de la lengua oficial, es la lengua prestigiosa, pero los “yanitos o llanitos”, hablan español por voluntad propia. El español se mantiene vivo en Gibraltar por los fuertes vínculos que existen entre las poblaciones de la zona. El término “yanito”, según los gibraltareños lo correcto es “llanito”, es muy interesante. La población de Gibraltar usa esta palabra para designar su lengua, su gente y su cultura. Al parecer la palabra procede de los trabajadores españoles que iban a trabajar a Gibraltar y oían a las madres llamar a sus hijos “Jhonny”, ante la dificultad de pronunciar la palabra inglesa, eligieron el sonido “yani” del que procede “yanito” o “llanito”. El habla de Gibraltar como ya hemos comentado es muy similar al andaluz de la zona, pero con sus característicos cambios de códigos. Además, como influencia de siglos pasados, incorpora términos léxicos del italiano, hebreo, árabe y de la lengua vernácula local. Podemos citar algunas como: “beibi” (de baby) niño;  “cilin” (de ceiling) techo;  o la creación de la palabra “cuércaro”, palabra inventada por los gibraltareños para designar las “gachas de avena”. También llama la atención los nombres propios de personas cargados de mestizaje como
“Stephen Martinez”  , “Quico Plowman”…..La interferencia fonética más frecuente del andaluz, tiene lugar en la síncopa de la /d/ intervocálica, sobre todo en los participios pasados: “Con el trabajito que me ha costao to learn proper English” o “another ‘suceess’, por si no te has enterao”. A imagen y semejanza del andaluz, leemos síncope que terminan en verdaderos apócopes por contacto de vocales homorgánicas, “Y según ellos. There is an agreement, mientras que a nosotros nos dice que no hay ná”. En otros casos se juega lingüísticamente con esta pérdida, claramente asumida, que se coloca por escrito sin ningún complejo: “Eso quisiera Juan, but imagínate lo de espinaca que tendría que come el Aznar. Su nombre says it all, HAZ-NA. O como diría un inglés. Do nothing”. Este fenómeno hemos de incluirlo igualmente en la debilidad de la /r/ en posición final de sílaba, dentro de la variante andaluza, la cual suele desaparecer. Y algunos fenómenos tan vulgares como la supresión de conjunciones se plasman aquí sin vacilación: “Si el sovereignty cannot change until we press the swith, po que se olviden de todo, caramba”. Igualmente encontramos adaptaciones fonéticas andaluzas de nombres ingleses, con intenciones claramente satíricas: “Lo que tiene que hacer la Tacha (por Tatcher) con ellos es lo que ellos did to her cuando we won…..” Y otras muchas características comunes con la modalidad andaluza del Campo de Gibraltar, que refleja una clara interferencia de esta en el “llanito”. El “llanito” no tiene conciencia de norma escrita y sí deseos de independencia lingüística con respecto al español o al inglés, el lema de Quintiliano “escribo como pronuncio”, se cumple aquí sin vacilación, para deleite de los lingüistas.

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